Las condiciones climáticas adversas nos obligan a tomar muchas más precauciones cuando salimos en 'burra'. La lluvia puede ser peligrosa, pero también podemos disfrutar de la 'burra'.
Aunque para muchos "agua = no 'burra' ", la realidad es bien diferente, y es precisamente en estas condiciones ciertamente más difíciles cuando deberemos estar más concentrados, ser más suaves, más precisos, y mejores pilotos en general. Incluso en las carreras queda claro que cuenta más el piloto cuando hay agua en pista (recuerda que también llueve en verano. La típica tormenta no prevista en un día claro. LLeva lo necesario en una maleta, 'top-case' o mochila).
Para empezar, está el equipamiento y su propia preparación: si pretendes salir de viaje y está previsto que llueva o está ya lloviendo, y no vas bien equipado, mejor quédate en casa. Porque será cuestión de tiempo que te pongas en gran riesgo por las manos empapadas y frías, o los pies, o el cuerpo, o la falta de visibilidad por culpa de esa pantalla vieja y arañada, o la suma de todo esto.
Desde que se inventó el Gore-Tex y otros tejidos técnicos y membranas, los motoristas ya no tenemos excusa para pasarlo mal cuando llueve, y apenas cuando hace frío, así que tenlo muy presente, la próxima vez que decidas dedicar algo de tu presupuesto a cualquier otra cosa menos importante, por poner un ejemplo, un escape nuevo.
Y, en la cabeza, el casco no solo significa una preciosa protección en caso de caída: dependemos totalmente de su eficacia para poder ver. La visión es con diferencia el sentido que mejor debemos cuidar cuando vamos en 'burra', porque es el que nos avisará a tiempo de los riesgos al acecho.
Así que asegúrate que tu pantalla es transparente (evite las ahumadas si va a llover), que esté limpia y en buen estado, porque los arañazos combinados con las gotas de lluvia y las luces de los demás vehículos provocarán deslumbramientos y te harán imposible ver bien.
Te recomiendo además, usar productos al alcance de cualquiera y de probada eficacia: por dentro, el "pin-lock" adaptable a cualquier tipo de pantalla evitará su empañamiento y que tenga que estar más pendiente de eso que de tu conducción. Por fuera, el "X-Rain" consigue el increíble milagro de que las gotas "reboten" y resbalen dejándole una visión perfecta (pruébelo en un cristal de automóvil y verás).
La preparación de la 'burra' no es menos importante si te pilla la lluvia de improviso. Ojalá no debas arrepentirte de haber 'dejado' unos neumáticos viejos para estirar su vida, de llevar los frenos de cualquier manera, o las presiones a saber cómo.
Lo dicen muchos pilotos y es una gran verdad: el primer paso para poder ir deprisa en agua es convencerse a uno mismo de que puedes hacerlo. Y esto es así también en la calle, de viaje, o en tu carretera favorita de curvas: si temes al agua, si te quedas tenso cuando aparece la lluvia y sólo piensas en dar media vuelta o llegar cuanto antes, mal asunto.
Peor incluso que aquellos que, por falta de experiencia o de prudencia, no se dan cuenta de cómo cambian los límites cuando llueve y se arriesgan más de lo recomendable: ningún extremo es bueno pero quedarse atenazado por el miedo es lo peor. Lo mejor para vencer los miedos, que sobre todo al principio son lógicos, es probar y practicar.
Siempre es bueno, en agua contar mucho con el freno trasero: probando a bloquear esa rueda sabremos realmente cómo está el agarre, y verá que muchas veces se llevará una buena sorpresa ya que suele ser mejor de lo que cree. O, al contrario, cuando vea que está pisando uno de esos asfaltos viejos y pulidísimos, que con agua dan miedo al más valiente, antes de tener un problema, mejor pruebe cuánto patina tocando el freno trasero.
Una vez sepa cómo está el agarre gracias a su rueda trasera, podrá tantear el freno delantero. En general siempre es bueno empezar las frenadas así en mojado, con un tanteo detrás, que también sirve para comenzar a comprimir la suspensión delantera, y luego ya aplicando fuerza en la maneta derecha, como recordará, en dos tiempos (más marcados en agua) para primero conseguir apoyo sobre la rueda, y luego ya aplicar fuerza de frenada, en función del agarre. Ahí es donde las pruebas, el conocer sú mismo su burra, ayuda, más que eso: es imprescindible.
En general, nunca sabrá cómo frena su burra, cuánto agarra, si no lo prueba antes. Y, hasta en mojado, se puede frenar mucho: sobre asfalto rugoso hemos llegado a medir desaceleraciones de hasta 8 m/s2, lo que corresponde a 48 metros recorridos partiendo de 100 km/h, es decir solo 8 metros más que en seco.
Eso sí, hay que reconocer que eso es en una situación controlada y con mucho riesgo de bloqueo de rueda y pérdida de control en seco, pero obviamente en mojado con mucho más motivo, contar con ABS en los frenos es vital para nuestra seguridad y, hasta que llegue el cada día menos lejano día en que todas las burras lo tengan de serie (en los pabues es así hace mucho), es algo que debes tener muy en cuenta cuando compre tu próxima burra.
En mojado ni el piloto más experto en situación controlada (en caso de susto no hay punto de comparación) es capaz de mejorar a un buen ABS.
Para conducir seguro en agua, incluso para pilotar rápido en agua, hay que ser especialmente suave. Cualquier movimiento brusco llevará enseguida al límite de agarre a los neumáticos, y si se supera ese límite eso sucede de forma también brusca y poco controlable.
Usar una marcha más de lo habitual es otra buena forma de obtener suavidad en las aceleraciones, y cuidado con los maxi-escúteres, pues sus embragues automáticos están pensados para entrar en acción sobre seco, y abrir gas con ganas puede darle alguna sorpresa inesperada en un vehículo supuestamente tranquilo.
Especialmente suave debe ser en carretera, a la hora de pasar por las trampas que se irá encontrando. Algunas de ellas pasan desapercibidas en seco, o apenas aprecias su efecto al pisarlas, pero en mojado verá cómo se dispara tu adrenalina. Cualquier tapa o rejilla metálica, aparentemente inofensiva en seco, es 'hielo' con agua.
Pero especial cuidado hay que tener con las líneas que nos siguen en nuestra trayectoria: las blancas, por supuesto, pero muchísimo cuidado con 'las negras' también. El alquitrán que se usa 'tal cual' para tapar antiguas señales, o grietas en el asfalto, o uniones. Písalo y sabrás de qué hablo.
Hazlo con cuidado y evita pasar por encima si no vas totalmente recto, o si vas a tener que frenar, y hazlo de la forma más oblicua posible (perpendicular o con ángulo, no casi paralelo). En general, si ves una zona deslizante delante de tí, lo mejor es dejar correr la 'burra' sin más, sin frenar, sin acelerar, y sin girar, hasta superarla.
Sí incluso sobre hielo (y el asfalto regado con gasóleo y bajo la lluvia no patina menos) podrías mantenerte en pie. Y cuando tenga agarre otra vez, rectifique o actúa como debas para seguir.