¡Nunca pensé que circular lentamente por una zona residencial pudiera ser tan peligroso!
Los estudios han demostrado que el motociclismo requiere más decisiones por segundo y un procesamiento de datos más puro que casi cualquier otra actividad o deporte común. ¡Las reacciones y las habilidades necesarias para tomar decisiones precisas se han comparado con las reacciones de los pilotos de combate! Las consecuencias de las malas decisiones o la falta de conciencia de la situación son prácticamente las mismas para ambos grupos.
De vez en cuando, como motorista, me he sorprendido a mí mismo comenzando a tomar decisiones incorrectas o tardías mientras conducía. En el entrenamiento de vuelo, mis instructores llamaban a esto estar "detrás de la curva de potencia". Es una señal de experiencia que cuando esto comienza a suceder, el motorista reconoce la situación y, lo que es más importante, hace algo al respecto. Un breve descanso, una comida o incluso una parada para echar gasolina pueden arreglar las cosas nuevamente, ya que le da al cerebro la oportunidad de ponerse al día.
Las decisiones buenas, precisas y oportunas son esenciales cuando se conduce una motocicleta, al menos si deseas permanecer entre los vivos. En resumen, el cerebro necesita mantenerse al día con la máquina.
Había estado montando por carreteras de montaña y, cuando regresaba a la ciudad, me encontré en medio de un tráfico muy denso y de alta velocidad en la autopista. Normalmente, esto no es un problema, viajo diariamente en estas condiciones, pero de repente casi choco contra un vehículo comercial que decidió que necesitaba mi carril más que yo. Esto tampoco suele ser un gran problema, como sucede a menudo por aquí, pero normalmente puedo predecir con precisión qué conductores no están prestando atención y evitarlos incluso antes de que estemos cerca. Este no lo vi hasta que fue casi demasiado tarde, y cuando tomé una acción evasiva, casi choqué con otro automóvil que ni siquiera sabía que estaba allí.
Dos malas decisiones y un conocimiento de la situación insuficiente, todo en segundos. Estaba detrás de la curva de potencia. Era hora de salir de la autopista.
Llegué a la siguiente salida, y como estaba en un área que conocía bastante bien, me dirigí a través de algunas grandes zonas residenciales trazando una nueva ruta a casa. Cuando giré hacia las calles casi vacías, abrí la visera de mi casco integral para ayudar a que entrara algo de aire. Pensé que con un poco de conducción lenta por calles tranquilas me daría tiempo para relajarme, pensar y recuperar esa "ventaja" que con tanta frecuencia se requiere al conducir.
Poco sospechaba ...-
Cuando circulaba hacía un automóvil que se aproximaba, un misil peludo marrón salió disparado de debajo y se detuvo frente a mí. Era una ardilla y debió estar tratando de cruzar la calle cuando se encontró con el auto. Realmente no iba muy rápido, pero no había tiempo para frenar o evitarla, estaba tan cerca.
Odio atropellar animales y, realmente lo odio al conducir una motocicleta, pero una ardilla no debería representar ningún peligro para mí. Apenas tuve tiempo de prepararme para el impacto.
Amantes de los animales, nunca temais. ¡Las ardillas pueden cuidarse solas!
Unos centímetros antes del impacto, la ardilla se puso de pie. Estaba de pie sobre sus patas traseras y se enfrentaba a una Valkyrie (la Valkyrie es una motocicleta fabricada por Honda desde 1996 a 2006, del tipo 'cruiser', con un motor de 1520 c.c.) que se acercaba con firme resolución en sus pequeños ojos como pelas. Su boca se abrió, y en el último segundo posible, ¡gritó y saltó! Estoy bastante seguro de que el grito de ardilla fue '¡Banzai!' o tal vez, '¡Muere chupa-salsa, escoria pagana!' pues el salto fue espectacular y voló por encima del parabrisas y me impactó de lleno en el pecho.
Instantáneamente me atacó. Si no lo hubiera sabido, habría jurado que trajo a veinte de sus amiguitos para el ataque. Gruñendo, siseando y rasgando mi ropa, era un frenesí de actividad. Como estaba vestido solo con una camiseta ligera, guantes de montar de verano y vaqueros, mi vestimenta era un motivo de preocupación. ¡Este pequeño tornado peludo me estaba haciendo daño!
Imagínate a un hombre corpulento en un enorme motocicleta de crucero negra y cromada, vestido con vaqueros, una camiseta y guantes de cuero paseando tal vez a 65 kph por una tranquila calle de una zona residencial, peleando con una ardilla. Y perdiendo.
La agarré con la mano izquierda y logré engancharle la cola. Con todas mis fuerzas arrojé al malvado roedor por la izquierda de la motocicleta, y casi choco contra el bordillo derecho a consecuencia de un brusco retroceso de mi cuerpo.
Esto debería haber terminado. Esto debería haber terminado allí mismo. Realmente debería haberlo hecho. La ardilla podría haberse dirigido hacía uno de los jardines impecablemente conservados para seguir con sus asuntos, y yo podría haberme ido a casa. Así debería haber sido.
Pero esta no era una ardilla ordinaria. No era ni siquiera una ardilla cabreada ordinaria.
¡Este fue un malvado ataque de la ardilla de la muerte!
De alguna manera agarró mi dedo enguantado con una de sus manitas, y con la fuerza del lanzamiento se giró y con un golpe resonante y un impacto asombroso aterrizó de lleno en mi espalda y reanudó sus actividades bastante antisociales y extremadamente distractoras. ¡También se las arregló para llevarse mi guante izquierdo con ella!
La situación no mejoró. No mejoró en absoluto. Sus ataques continuaban y ahora no podía alcanzarla.
Al menos el hecho me sorprendió. La combinación de la fuerza del lanzamiento, mientras solo tenía una mano (la mano del acelerador) en el manillar, y el brusco retroceso de mi cuerpo, desafortunadamente, dieron un giro saludable a mi mano derecha y al acelerador. Un giro saludable en el acelerador de una Valkyrie solo puede tener un resultado. Esfuerzo de torsión. Para esto está hecha la Valkyrie, y es muy, muy buena en eso.
El motor rugió cuando la rueda delantera abandonó el pavimento. La ardilla gritó de rabia. La Valkyrie gritó de éxtasis. Grité… bueno… simplemente grité.
Ahora imaginaos a un hombre corpulento en una enorme motocicleta cruicero negra y cromada, vestido con vaqueros, una camiseta ligeramente rasgada por una ardilla y solo un guante de cuero, circulando a tal vez a 110 kph y acelerando rápidamente, por una tranquila calle residencial ... ardilla en su espalda. El hombre y la ardilla tratan ambos de cometer un maldito asesinato.
Con la repentina aceleración me vi obligado a volver a poner la otra mano en el manillar e intentar tomar el control de la moto. Esto era dejar a la ardilla mutante a su libre albedrio, pero realmente no quería chocar contra un árbol, una casa o el automóvil estacionado de alguien. Además, todavía no había descubierto cómo soltar el acelerador ... mi cerebro simplemente estaba sobrecargado. Me las arreglé para pisar el freno trasero, pero tuvo poco efecto contra la enorme potencia de la gran 'cruiser'.
Aproximadamente en ese momento, la ardilla decidió que no estaba prestando suficiente atención a esta batalla tan seria (tal vez sea una ardilla escocesa de la muerte), entonces me rodeó el cuello y se metió en mi casco integral. Cuando la visera se cerró parcialmente y comenzó a silbarme en la cara, estoy bastante seguro de que mis gritos cambiaron de tono e intensidad. Sin embargo, pareció tener poco efecto en la ardilla.
Las revoluciones de la motocicleta llegaron al máximo (no me preocupaba cambiar en ese momento) y su parte delantera comenzó a caer.
Ahora imaginaos al hombre grande en la enorme 'cruiser' negra y cromada, vestido con vaqueros, una camiseta rota muy andrajosa y con un guante de cuero, rugiendo probablemente a 130 kph, todavía en una rueda, con una gran cola de ardilla sobresaliendo del casco integral. A estas alturas, los gritos probablemente se estén volviendo un poco roncos.
Finalmente obtuve ventaja ... Me las arreglé para agarrar su cola de nuevo, la saqué de mi casco y la tiré hacia la izquierda tan fuerte como pude. Esta vez funcionó ... más o menos. Espectacularmente, por así decirlo.
Imaginaos la escena. Eres policía. Tú y tu pareja circulais por una tranquila calle residencial y estacionais para hacer algunas gestiones.
De repente, un hombre corpulento en una enorme motocicleta 'cruiser' negra y cromada, vestido con vaqueros, una camiseta rasgada ondeando en la brisa y con un guante de cuero, que se mueve probablemente a 130 kph sobre una rueda, y gritando, con todas sus fuerzas lanza una granada de ardilla viva directamente contra el vehículo policial.
Escuché gritos. No eran míos ...-
Conseguí poner la gran motocicleta bajo control direccional y dejé caer la rueda delantera al suelo. Luego usé el frenado máximo y patiné hasta detenerme en una nube de humo de llantas en la señal de 'stop' en un cruce de calles transitado.
Habría vuelto para confesar (y recuperar mi guante). Realmente lo hubiera hecho. En realidad. Pero por dos cosas. Primero, la policía no parecía interesada o en lo más mínimo preocupada por mí en ese momento. Uno de ellos estaba de espaldas en el patio delantero de la casa frente a la que habían estacionado y rápidamente se alejaba del coche patrulla. El otro estaba parado en la calle y apuntaba con una escopeta antidisturbios a este.
Entonces la policía no estaba interesada en mí. A menudo insisten en 'dejar que los profesionales se encarguen' de todos modos. Eso fue una cosa. ¿El otro? Bueno, juro que pude ver a la ardilla, erguida en la ventana trasera del coche patrulla entre pedazos de espuma y tapicería destrozada, agitando su pequeño puño hacia mí. Creo que me estaba disparando con el dedo.
Era una ardilla peligrosa y que ahora tiene un vehículo policial.
Respiré hondo, encendí mi intermitente, giré a la derecha. Con facilidad salí tranquilamente de la zona residencial.
¿En cuanto a mi fácil y lento viaje a casa? Adivínalo. Enfrentado a elegir entre automóviles circulando a 130 kph y conductores distraídos, o la ardilla malvada, demoníaca, me arriesgaré con la autopista cada vez.
¡Ah! Y me compraré un par de guantes nuevos.