Un joven abordando a una chica exuberante la pregunta:
"¿Qué probabilidad tengo de invitarte y cenar contigo?"
La chica responde:
"0 %".
Pero el tipo no se amilana y continua el ligue:
"Y si te digo que la 'amoto' que está ahí es mía"
Entonces la chica contesta:
"100 %".
Ante este cambio de actitud el hombre piensa:
"¡Tenía razón el vendedor, de 0 a 100 en 2 segundos!"