Ya metidos de lleno en la primavera, comprobamos que las motos vuelven a las calles de nuestras ciudades.
A continuación unos consejos pues ha llegado la hora de arrancar la burra después de haber estado parada mucho tiempo.
Neumáticos y presiones.-
Una 'burra' parada también estropea neumáticos. Las gomas y pueden cuartearse o cristalizarse. Ante deformaciones, grietas o cualquier síntoma de no estar en buen estado, cambia los neumáticos. Si están bien, comprueba las presiones, porque seguro que han bajado. Por cierto, la próxima vez que vayas a dejarla parada, baja las presiones y pon la 'burra' sobre un caballete de forma que no toque el suelo. Así los neumáticos durarán más, porque estando la burra apoyada sobre estos, sin moverla, pueden deformarse.
Niveles de aceite.-
Mira los niveles de aceite y, si puedes (tienes varilla o puedes sacar una muestra), comprueba que la viscosidad y estado son correctos. En cualquier caso, depende del tiempo que tenga el aceite y lo cuidadoso que quieras ser. Se recomienda cambiar el aceite como poco una vez al año, independientemente de los kilómetros. SI antes de pararla el aceite ya tenía tiempo, cámbialo.
Mira los niveles de líquidos de frenos y, ya puestos, comprueba el tacto y funcionamiento del equipo de frenada antes de arrancar. Acuérdate que es recomendable cambiar el líquido de frenos cada cierto tiempo. Si el tacto se ha vuelto más esponjoso, es una buena señal de que quizá toca ese cambio.
Es muy importante el nivel de anticongelante. Debes mirarlo en el vaso expansor, donde habrá unas marcas de mínimo y también en el tapón del radiador: debe estar al nivel del cuello donde se estrecha. Rellena cuando esté bajo con anticongelante. Recuerda que, además de servir para que no se congele el agua, refrigera más que ésta. Aun así, si te empeñas en que sea agua, al menos que sea destilada. Las que venden en los supermercados para las planchas vale.
Filtro de aire.-
El filtro de aire habrá cogido suciedad, aunque solo sea polvo. Una limpieza de este elemento es algo fácil y rápido de hacer, y el motor lo agradecerá al respirar mejor.
Batería.-
Lo suyo, al igual que los neumáticos, es preocuparse por este punto antes de parar la moto. Si quitastes la batería de la 'burra' y la guardastes en casa, a temperatura estable, ahora basta con ponerla a cargar el tiempo necesario (muy recomendable un cargador 'inteligente', de los que la analizan y se auto-regulan con lo necesario para recuperar la batería) y después móntala en la burra. Primero el polo positivo y después el negativo para evitar chispazos. Cubre después los bornes con vaselina. Si no la habías desmontado, lo mejor es usar el cargador, con ella desmontada. A malas, arrancar 'a capón' y ya cargará... si sigue viva.
Limpieza de la 'burra'.-
Quizá sea lo primero que habría que hacer. Depende de dónde haya estado guardada y en qué condiciones. Muchas veces tienen tanto polvo que en cuanto la toques manchará lo que estés revisando. Limpia la moto como siempre, insiste especialmente en los puntos en que se haya acumulado suciedad, pero comprueba que no ha habido fugas de aceite y por eso se ha amontonado ahí. A veces merece la pena hacer una limpieza 'de lo gordo' al principio de esta revisión y acabar con una limpieza en profundidad cuando ya esté todo hecho.
Combustible.-
El combustible pierde propiedades con el paso del tiempo. Lo mejor es sacar el que quede en el depósito, tirarlo (o dejarlo para limpiar, si no huele mal) y llenar el depósito con gasolina nueva.
Engrase.-
Utiliza esprays de grasa, '3 en 1' o similares para manetas, cables, soportes del caballete y pata de cabra, bieletas y cadena. Lo mejor es un aceite multiusos de calidad para cable, grasa líquida en caballete y pata de cabra, y grasa específica para la cadena. Echa un vistazo al libro de instrucciones por si tu burra tiene algún punto más de engrase, como casquillos de basculante o similares.
Comprobación de las gomas.-
Manguitos de gasolina, de refrigeración o de aceite, gomas de admisión o de escape si las hay, todos estos elementos están también sometidos al desgaste del tiempo. Comprueba sobre todo que no hay fugas de gasolina al abrir la llave de paso. Las demás, cuando arranque.
Suspensiones.-
Las suspensiones también sufren con la moto parada. No moverla es, en general, malo para todos sus mecanismos. En este caso hay que tener especial cuidado con la horquilla. No será raro que, habiéndola dejado en buen estado, cuando vayamos a arrancarla pierda aceite. Los retenes de horquilla son de goma. Al no haber estado en contacto con aceite, se han resecado y pueden rezumar. Incluso pueden haber cogido suciedad y, al haber empezado a funcionar en seco, haber arrastrado esa suciedad hacia dentro, formando un poro por el que escapa aceite. Una solución puede ser meter una galga muy fina entre el retén y la barra de horquilla. Si se ha doblado el labio del retén o ha acumulado suciedad, así se quitará y dejará de perder. Si sigue tirando, hay que cambiar los retenes de horquilla.
Arranca y prueba la moto o escúter.-
Con todo lo anterior comprobado, arrancamos el motor. Tómate tu tiempo para observar que ralentiza bien, que suena todo bien y que no hay fugas de ningún tipo. Cuando estemos convencidos que todo está bien, es el momento de dar una vuelta de prueba, unos kilómetros hasta que coja temperatura de funcionamiento normal, comprobemos que no se calienta más y que todo está bien. Si hay una vibración que viene de las ruedas y antes no estaba, una rueda se ha deformado; ha formado un plano donde se quedó apoyada. No es bueno y deberías cambiarla. Después vuelva al pararla y aparcarla y vuelve a comprobar posibles fugas, tornillos sueltos y demás. SI todo está bien, ya tienes moto para esta temporada y ...
... ¡A DISFRUTAR DE LA MONTA!