¿Motero o Motorista? Existe mucha discusión al respecto y muchas teorías diferentes sobre cómo usar estas denominaciones, así que voy a intentar exponer la información más consensuada sobre el tema.
- UN MOTERO no usará nunca para sus viajes otro vehículo, aunque lo tenga, ya que no le importa ni el tiempo que va a hacer, ni si gasta más o menos, ni si debe llevar más o menos equipaje, ya que los que de verdad le importa es el vivir su pasión motera a tope, dejando atrás otras consideraciones.
Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, un motero es un "Aficionado a la moto y al modo de vida a que ha dado lugar este vehículo", es decir que ...
Un motero es aquél que realmente vive la moto, que la considera parte de su existencia, no por el servicio que le presta, sino por el placer que le da conducirla. Hay que diferenciar al motero del motociclista ya que este último es todo individuo que conduce una motocicleta ya sea por afición, trabajo o necesidad de transporte, de modo que todos los moteros son motociclistas pero no todos los motociclistas son moteros.
Un motero:
- Suele circular por carreteras o caminos, realizando grandes o pequeñas distancias, en motos de alta cilindrada, perfectamente equipados, tanto en cuanto a prendas de vestir y protectores, como en llevar los útiles necesarios para reparar las averías más frecuentes, y
- siempre respetando las normas de conducción. Suele pertenecer a grupos que organizan rutas y participar activamente en los foros, estar al tanto y acudir a eventos o ferias moteras, y lo más importante, es que:
- es absolutamente solidario y no duda en ayudar a otros moteros aunque no les conozca de nada.
El motociclista, viene a ser la persona que hace uso de la moto para sus necesidades habituales, como ir a trabajar, a estudiar o a salir por la noche, pero siempre teniendo en cuenta que si las condiciones climáticas son adversas se procurará otro medio de transporte. Para él la moto es una herramienta más que le ayuda...
¿Por qué los motociclistas o los camioneros se saludan en la carretera?
Seguramente todos vosotros os habréis dado cuenta de que los motoristas y los camioneros se comportan de una forma ligeramente distinta en la carretera, como si fueran un colectivo exclusivo, como si fueran una banda, como si entre ellos existiera una complicidad especial que se nos escapa al resto de los mortales: los camioneros suelen hacerse luces y los motociclistas, saludarse extendiendo dos dedos de la mano.
En un mundo de frío metal y asfalto, estos pequeños instantes parece que uno le reconcilian con la humanidad. Entre los conductores de turismos también se produce: uno quiere incorporarse a la vía y aguarda esperando que la vía quede libre, y de repente el que nos va a cruzar se detiene y nos hace luces, o incluso nos lanza una mirada significativa o nos hace un gesto con la mano, y nos deja cruzar primero a nosotros… y nos sentimos embargados de calor humano.
¿Por qué se producen estos momentos y resultan tan especiales? ¿Sólo es porque la vida en el tráfico suele ser anónima u ocurre algo más?
Jay Phelan, biólogo evolutivo, tiene una posible respuesta:
"Evolucionamos en un mundo en que había unas cien personas en el grupo del que formábamos parte. Teníamos una relación continua con todas las personas a las que veíamos. (...) Lo que pasa con el tráfico es que, aunque estemos conduciendo por los Ángeles con centenares de miles de congéneres anónimos, en nuestros antiguos cerebros todavía somos Pedros Picapiedra (aunque no conduzcamos con los pies), habitantes aún de nuestra pequeña aldea prehistórica. De modo que, cuando alguien nos hace algún favor por el camino, lo procesamos como “caramba, ahora tengo un aliado”. El cerebro lo codifica como el principio de una relación recíproca a largo plazo."
Esto ocurre aunque sepamos a ciencia cierta de que la posibilidad de que nos reencontremos con ese conductor en el futuro es infinitesimal. Pero eso no lo concibe nuestro cerebro más primitivo.
Ésta también es la razón de que nos enfademos más de la cuenta por pequeñas afrentas en el tráfico: un adelanto peligroso, un claxon conminándonos a avanzar.
En el mundo del tráfico, ambas emociones son muy poderosas porque en un ámbito donde sólo la colaboración mutua nos permitirá llegar vivos a casa. El economista suizo Ernst Fehr ha propuesto una teoría de la "reciprocidad fuerte", que define como "una disposición a sacrificar recursos para recompensar el comportamiento justo y castigar el injusto aunque ello sea costoso y no ofrezca compensaciones materiales presentes o futuras para quien reciproca".
Los “reciprocadores fuertes” transmiten señales que tal vez predispongan más a los tramposos a cooperar; en el tráfico, como en cualquier sistema evolutivo, ajustarse a las reglas fomenta la “ventaja colectiva” del grupo, y por tanto ayuda al individuo. No hacer nada acarrea el riesgo de que el transgresor perjudique al grupo de los buenos conductores. Vosotros no pensabais en el bien de la especie al pitar al conductor maleducado, solo estaban enfadados, pero su ira puede haber sido altruista de todas formas. (Además, como el graznido del pájaro para advertir de que se acerca un depredador, tocarle el claxon a un conductor amenazante no consume mucha energía.)
La vestimenta del motero. Una pequeña historia.-
Sobre la moto hay que ir bien protegido (no hay que olvidar que en la moto el cuerpo es la carrocería) pero no descuidemos la confortabilidad. Queremos disfrutar del placer de conducir la burra y no, que por la protección indicada convierta un placer en un tormento. En resumen, que lo que lleves puesto te hará sentir cómodo o incómodo a la hora de conducir una moto.
Grandes avances en las fibras textiles permiten a las marcas ofrecer productos que, además de ofrecer alta protección, también ofrezcan un alto grado de confortabilidad. Así, por ejemplo, aunque el cuerpo humano está preparado para regular la temperatura una ayuda externa no le viene nada mal. Se ha conseguido tejidos que, además de ayudar en esta termorregulación, gozan de un alto grado de transpirabilidad. Se han conseguido usando la fibra de carbono, la cual aparte de su resistencia y ligereza, permite trasladar el sudor desde la piel del motorista hasta el exterior de la prenda. Esto se consigue gracias a lo denominado microcavidades.
En resumen, que la aparición de vestimenta basada en la fibra de carbono nos hace decir adiós a la edad del cuero.
Como curiosidad, el motero siempre ha sido representado por la cazadora. La chaqueta de cuero era un elemento que los motociclistas consideraban fundamenta. Han sido popularizadas mediante, por ejemplo, el cine. Siempre se ha relacionado a un motero con la chaqueta que viste. Pues bien, este elemento, sinónimo de rebeldía, tiene ya casi 100 años. En el año 1928, los hermanos Scott produjeron la primera y más famosa chaqueta de cuero considerada propiamente para motociclistas, fue denominada NCY Perfecto (NYC - Ciudad de Nueva York, que fue la primera ciudad donde se puso a la venta. Perfecto era la marca de puros habanos de los hermanos Scott).
Otra chaqueta que estuvo de moda fue la 'Cafe-Racer'. Realmente 'Cafe-Racer' fue un estilo de motociclismo y motocicleta que surgió en el Reino Unido en los años '50. La chaqueta 'Cafe-Racer' era una cazadora de cuero con marcadas diferencias a la 'NYC Perfecto'. Este tipo de chaqueta tenía un estilo más 'vintage'. El nombre de esta cultura proviene de que en las autopistas británicas empezaron a aparecer cafeterías de carretera que eran frecuentadas por los motociclistas (rockers) que hacían competencias de velocidad entre cafetería y cafetería. Según una leyenda urbana, la modalidad consistía en poner un disco, generalmente de 'rock and roll', coger la moto, ir hasta un determinado punto de la autopista y volver a la cafetería antes de que la canción acabara.
Puesto que la chaqueta de cuero era un elemento que los motociclistas consideraban fundamental, Lino Dainese, en 1968, comienza a fabricar trajes de protección para motociclistas. A partir de este momento las empresas que fabricaban indumentaria para moteros empezaron a darle importancia a la seguridad. En los años '80 aparecen los guantes de protección que incluyen chinchetas que favorecen el deslizamiento sobre el asfalto e impedir el doblamiento de los dedos de la mano con la consiguiente rotura. También las botas que, aunque se usaban desde la época de la chaqueta cuero, empezaron a aparecer más ergonómicas y con protecciones. Posteriormente se tuvieron en cuenta parámetros como si el uso de la prenda iba a ser en verano o invierno, en ciudad o en viaje, ... A principios del siglo XXI se incorpora el 'air-bag' y, como la seguridad no es un lujo, se continua trabajando en mejorar cada prenda que el motociclista lleva. Finalmente, con el advenimiento del casco integral se va haciendo desaparecer los cuellos de las cazadoras.