Las motos eléctricas se van abriendo paso poco a poco, incluso en competición. Dorna valora la posibilidad de incluir una categoría en MotoGP en 2019, lo que supondría un grandísimo impulso a la movilidad eléctrica.

La futura sostenibilidad del transporte privado pasa por la incorporación de la movilidad eléctrica. Poco a poco, los vehículos eléctricos se abren paso, especialmente en el sector automovilístico, cuya oferta es cada vez mayor. Si embargo, en la cuestión de las dos ruedas la situación no es tan positiva y no está nada desarrollada si la comparamos con la industria automovilista.

También existe, y nadie lo puede negar, una situación de rechazo por parte del usuario motociclista, fundamentalmente porque, de momento, nadie ha sido capaz de ofrecerle una moto cuyas prestaciones y autonomía haga plantearse en serio la opción eléctrica frente al motor de gasolina.

Aquí entra en juego la competición. En el pasado, el mundo de las carreras ha servido de laboratorio para el desarrollo de numerosos avances técnicos en materia de automoción. Los actuales y cada vez más frecuentes sistemas electrónicos de control en las motos tienen su origen en MotoGP, y gracias a ellos cualquier clase de moto es accesible a cualquier tipo de usuario. Se hace necesario que se desarrolle más la investigación sobre motos eléctricas, para poder ofrecer al usuario un mejor y más competitivo producto, y las carreras pueden servir de excelente banco de pruebas.

Las primeras competiciones de motos eléctricas son recientes, datan de 2009, pero no han resultado nada llamativas y su repercusión mediática es muy limitada. La Federación Internacional de Motociclismo (FIM) puso en marcha en 2010 un campeonato denominado 'e-Power', que fracasó estrepitosamente, e incluso ni siquiera en combinación con el 'TTXGP', organizado en Estados Unidos se consiguió relanzar las carreras, que desaparecieron del calendario en 2014. Por el contrario, la Fórmula E automovilista gana adeptos mes a mes. Quizás por esa falta de una adecuada promoción, las carreras de motos eléctricas no son nada populares.

Dorna se interesa

Quizás por ello, Dorna, que siempre trabaja con gran anticipación, ha comenzado a considerar la posibilidad de incorporar al Mundial de MotoGP una categoría de motos eléctricas, que podría estar en marcha para 2019. Aunque de momento no hay mucha información concreta sobre la materia, el departamento de tecnología del promotor, al frente del cual se encuentra Corrado Cecchinelli, antiguo ingeniero de Ducati, ya trabaja en esa posibilidad. Inicialmente podría arrancar como una categoría monomarca, por lo que se está buscando a un suministrador que ofreciera suficientes garantías para acometer este proyecto.

Aunque sea especular mucho, habida cuenta la relación existente entre Dorna y BMW, que es el suministrador de los vehículos oficiales del campeonato, y la notable experiencia del fabricante alemán en movilidad eléctrica, un campo en la que tiene mucho camino recorrido, no sería de extrañar que fuera precisamente BMW el suministrador de esta categoría. De hecho, su prototipo eRR es un avanzado modelo que en determinadas condiciones tiene mejores prestaciones que una superbike.

La opción de una serie monomarca supondría evitar los riesgos de la competencia abierta entre fabricantes sin demasiadas garantías. Ya hubo oportunidad de ofrecer un espacio al TTXGP en Laguna Seca 2011, y resultado un espectáculo bastante deslucido. Un único suministrador aseguraría los resultados y mostraría el verdadero potencial de esta nueva categoría, despertando así el interés de nuevas marcas. De todos modos, aun queda camino por recorrer hasta que el proyecto vea la luz. No obstante, si ya se habla de 2019 como fecha de comienzo, el hecho de que no se haya aireado la futura reglamentación confirma la hipótesis de que se trabaje sobre una categoría monomarca.

Zero TT

La única competición para motos eléctricas que se mantiene de forma estable en el tiempo es el Zero TT, la carrera de la Isla de Man, que empezó a disputarse en 2009 y ahí continúa, contando con la presencia de algunas de las grandes estrellas de la carrera, como el propio John McGuinness, aunque la lesión sufrida en el North West 200 le impidió competir en la pasada edición, Michael Rutter, Bruce Anstey o Guy Martin, entre otros.

A pesar de que el Zero TT no tiene una grandísima inscripción, normalmente el número de participantes no supera la docena, sí es una competición reconocida en la que se implican algunos fabricantes de prestigio, como el japonés Mugen, que trabaja en estrecha colaboración con Honda, o Brammo, marca norteamericana ahora propiedad de Polaris.

Incluso BMW también ha comenzado a trabajar en el terreno de las superbikes eléctricas con su eRR, un prototipo que exteriormente tiene gran similitud con la S1000RR, con chasis y parte ciclo similares, y un motor desarrollado a partir del scooter C Evolution. Habida cuenta de lo avanzado estado en el que se encuentra BMW en el terreno de la movilidad eléctrica, la eRR es una opción de futuro creíble, y su implicación en la futura categoría de motos eléctricas de MotoGP contribuiría a impulsar comercialmente este tipo de competiciones, dando un respaldo definitivo a la movilidad eléctrica desde el mundo de las carreras.

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