Lo primero que tienes que saber es que, independientemente de donde la aparques, la batería se irá descargando poco a poco. Lógicamente, si tienes un garaje, lo hará más lentamente porque no tendrá el elemento acelerador que supone soportar de forma directa la lluvia, el frío, la nieve, el granizo o el viento.
Si puedes, aparca la 'burra' resguardada de las inclemencias meteorológicas.-
Si no te es posible disponer de un sitio cerrado para tenerla parada, entonces abrigala tanto como te sea posible: telas, fundas, cubrepiernas, etc.
Además, si no vas a mover la 'burra' durante tiempo, lo mejor es deconectar la batería y no tener que estar pendiente de cargarla de vez en cuando (aunque siempre perderá algo de carga, pero bastante menos).
También hay que tener en cuenta el tiempo que tiene la batería ya que, cuanto mayor sea este, mayores serán los cuidados que hay que prestarla (la duración media de una batería es de 4 años).
Mantener la batería implica unas pequeñas tareas que puedes efectuar si ningún conocimiento de mecánica. Esto puedes hacerlo con pocas herramientas no muy costosas: voltímetro (o un 'tester'), limpiador de bornes y cargador/mantenedor de baterías.
Con un voltímetro podrás comprobar que la batería de tu 'burra' siempre está en torno a los 12 voltios. Si ves que esta cifra baja rápidamente, ojo, porque posiblemente, tu batería tenga algún problema grave.
Las baterías de 'amoto' deben mantenerse limpias. Este mantenimiento consiste en tener los bornes sin restos de sulfatos. Un cepillo para eliminar los depósitos salinos y un poco de grasa para protegerlos serán suficientes.
También es fundamental mantener los tornillos bien apretados. Hay herramientas específicas que son más precisas que los destornilladores.
Por último, no dejes de contar siempre con un mantenedor y un arrancador de baterías. El primero te permitirá, como su propio nombre indica, mantener la batería cargada siempre (aunque esté desconectada). El segundo te servirá si, por lo que sea, la batería de tu 'burra' se ha quedado seca y necesitas sí o sí desplazarte
Debes mover la 'burra' una vez a la semana. Elige los días que el tiempo dé una pequeña tregua para dar una vuelta y hacer algo más que un trayecto corto. Los desplazamientos medios y largos ayudan a que la batería se cargue. Si tienes coche, y en alguna ocasión se te ha descargado la batería por dejarte las luces encendidas, sabrás que tras ponerle las pinzas, la primera recomendación es que hagas un recorrido más o menos largo para que se recupere, ¿verdad?
No dejes que la batería de tu 'amoto' esté por debajo del 50% de su capacidad porque irá perdiendo efectividad. Por supuesto, ni te plantees dejar que se descargue completamente.
¿Estás pensando en pasarte al litio? Ventajas e inconvenientes
Sus ventajas principales, están su menor peso, su menor pérdida de autodescarga y su facilidad de instalación. Al no llevar líquidos ni ácidos puede colocarse en cualquier posición siempre que tengas en cuenta los polos, claro está.
También tienen mayor potencia de arranque y tienden a durar más que las tradicionales. Son, por así decirlo, más resistentes en términos generales, aunque algunos expertos aseguran que tienen un peor comportamiento con temperaturas bajo cero.
A estas bondades de tipo técnico, se suma que es bastante más ecológica y respetuosa con el medio ambiente que una batería de plomo ya que no contiene metales pesados como plomo, cadmio o mercurio.
Quizás su gran inconveniente sigue estando en el precio. Actualmente siguen saliendo bastante más caras que las tradicionales baterías de plomo y, aunque no necesitan tanto mantenimiento, también hay que ser un poco cuidadoso.
En ese sentido, reaccionan igual de mal a las descargas profundas. Tampoco podrás aprovechar tu cargador de batería de plomo para hacer lo propio con una de litio.