Un motero con su 'burra' va descendiendo un puerto de montaña. De repente se queda sin frenos y va adquiriendo más y más velocidad. Esquiva difícilmente a los vehículos que circulan de frente, pero finalmente la 'amoto' se sale de la carretera despidiendo al motero.
El motero empieza a rodar por una empinada pendiente. Rodando consigue asirse a una rama saliente. Además se produce una caida de piedras pendiente abajo que golpean al motero, el cual aguanta como puede los golpes,
El motero pide auxilio mientras se agarra fuertemente pero, al cabo de un rato, la rama se rompe y el motero sigue rodando pendiente abajo, al tiempo que va golpeándose con los piedras. Por último consigue agarrarse a un árbol.
Desafortunadamente al lado del árbol hay una colmena y la abejas empiezan a picar al motero que es alérgico al veneno de estas. No le queda más remedio que aguantar las picaduras pues caso de soltarse la caida sería mortal.
Continua pidiendo auxilio cuando por fin es oido. Le dicen que van a pedir ayuda y que aguante, pero la ayuda tarda bastante tiempo en llegar. Cuando finalmente llega y mientras preparan cuerdas para proceder al rescate, el motero está bajo un sol ardiente.
Por fin es rescatado. Uno de los que han participado en el rescate le dice:
"¡Te has salvado, gracias a Dios!".
A lo que el motero responde:
"No, gracias a Dios no, me he salvado gracias a ese árbol, por que las intenciones de Dios estaban bien claras".