Se lleva al hospital a un policía de tráfico con un apéndice inflamado. Los médicos que lo operaron le dijeron que todo había ido bien. Sin embargo, el policía sentia unfuerte dolor en el pecho. Preocupado por el hecho de que podría tratarse de una segunda cirugía de la que los doctores no le habían hablado, finalmente obtuvo la energía suficiente para quitarse la bata del hospital lo suficiente como para poder ver lo que le producia los dolores.
Sujetas con firmeza sobre su pecho peludo había tres tiras anchas de cinta adhesiva, del tipo que es muy difícil de quitar. Escrito en grandes letras negras estaba la frase:
"Mejorate pronto", de parte de la enfermera del escúter a la que le pusiste una multa la semana pasada.